Was mir die Erfahrungen im Projekt Patio13 bedeuten
„Patio 13 – Schule für Straßenkinder“ ist eine internationale Bildungsinitiative der Pädagogischen Hochschule Heidelberg und der kolumbianischen Lehrerbildung („Escuelas Normales Superiores“), an der namhafte Universitäten in Deutschland (Heidelberg und Freiburg) und in Kolumbien (Universidad de Antioquia, Medellín, und Universidad Externado de Colombia, Bogotá) beteiligt sind.
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Was mir die Erfahrungen im Projekt Patio13 bedeuten

El proyecto Patio 13 me ha permitido ver otra cara de moneda, conocer otra situación que es latente en el corazón de Medellín, me ha permitido crecer como persona, valorar mi vida, mi familia y ser una guía en la formación de estos niños.

Mi proceso en el proyecto comenzó con mayor ahínco en el año 2011 cuando visite el sector Prado Centro, anteriormente había realizado mi practica pedagógica en veredas de Copacabana, en donde los niños del sector rural no tenían tantas oportunidades educativas por la lejanía de sus hogares, sin embargo la visita a la plazoleta de Rojas Pinilla en Prado centro cambio mi vida, allí pude conocer personajes como Marisela, Diana, Isabel, mujeres que con poca edad habían vivido demasiado, reflejo de ello eran sus cicatrices que recorrían sus cuerpos, habían sido víctimas de la violencia, del maltrato de sus padres y habían llegado a la calle como una alternativa de cambio. En la calle se habían enamorado, conocieron a sus maridos como ellas mismas lo llamaban, habían sufridos engaños, hambre, sed y encontraron en el “sacol”, la marihuana, entre otras sustancias alucinógenas una opción para salir de los problemas.

Una de las historias más conmovedoras que pude escuchar fue la historia de Diana, una joven que huyó de su casa porque su mamá la maltrataba, la golpeaba con claves de teléfono, con alambres de púa, por ello llego a Prado, a los 26 años, tenía 4 hijos, y al preguntarle la edad de estos su realidad se distorsionaba por ello decía datos diferentes. Al padre de sus hijos lo asesinaron unos policías y a ella la atropello una moto mientras dormía, por ello tiene una infección en su píe derecho, al preguntarle por su profesión, ella responde que trabaja “-Haciendo ratos” prostituyéndose. La vida de Diana es una historia de violencia como la de muchas niñas en situación de ella y su imagen es reflejo de esto.

Es así como entre abrazos, canciones, juegos, un lápiz y papel hacíamos de la vida de estos jóvenes un rato más agradable, llevamos la escuela a la calle, allí no existían paredes, ni una pizarra, simplemente nos sentábamos en el piso y a partir del dialogo enseñábamos matemáticas, español, ciencias naturales, entre otras.

(Andrea Arcila)