26 Feb Carlos Mario Botero
Cuando camino de la casa de las hermanas a la Escuela Normal, cruzo el Parque, la plaza central de Copacabana, que está situada frente a la iglesia. Por las mañanas se encuentrar allí cuatro o cinco hombres que limpian zapatos, entre ellos Carlos Mario, a quien deben conocer la mayoría de los habitantes de Copacabana; yo también lo conozco desde hace muchos años y aprecio su trabajo profesional que realiza de forma cuidadosa y concentrada. Un poco más tarde llego al puente sobre el Río Medellín, él ahora está un poco menos sucio, un poco menos oloroso, y supuestamente también un poco menos envenenado, debido a las plantas de tratamiento de aguas residuales en el curso superior. Allí, bajo el puente, Carlos Mario ha vive en su cambuche. Me invitó a visitarlo y primero me ofrece una cerveza. Luego cuenta su vida:
Wenn ich vom Haus der Schwestern zur Escuela Normal gehe, überquere ich den Parque, den zentralen Platz von Copacabana, der vor der Kirche liegt. Vormittags trifft man dort meist vier bis fünf Schuhputzer, unter ihnen Carlos Mario, der den meisten Bewohnern von Copacabana bekannt sein dürfte; auch ich kenne ihn seit vielen Jahren, und ich schätze seine professionelle Arbeit, die er akribisch und konzentriert verrichtet. Wenig später komme ich zur Brücke über den Río Medellín, diese durch die Klärwerke im oberen Verlauf heute etwas weniger schmutzig, etwas weniger stinkende, angeblich auch etwas weniger vergiftete Kloake. Dort unter der Brücke hat Carlos Mario sein Cambuche aufgeschlagen. Er hat mich eingeladen, ihn zu besuchen und bietet dem Gast zuerst ein Bier an. Dann erzählt er über sein Leben: